¿Por qué LibreOffice?


Vivimos en un sistema en el que las grandes empresas invaden nuestra vida; hay empresas tan poderosas que tienen el control de buena parte del mundo.

Cuando además, una empresa poderosa logra dominar de modo que se convierte en un monopolio, entonces los clientes y usuarios se ven expuestos a toda clase de abusos.

Microsoft es una de estas empresas; muy independientemente de las actividades filantrópicas de Bill Gates, la empresa ha sido acusada de prácticas monopólicas, pues tiene el dominio casi total del mercado de sistemas operativos en el mundo.

Los productos de Microsoft cumplen su función, y lo hacen bastante bien, sin embargo, es una práctica muy común (sobre todo en países del tercer mundo) el hacer uso de copias piratas del software de Microsoft. Cuando adquirimos una computadora "de marca", lo más seguro es (a menos de que sea Mac), que traiga de fábrica alguna versión de Windows instalada, y dicho sea de paso, usualmente es una versión muy austera del sistema operativo en cuestión, por lo que muchos optamos por quitar ese sistema e instalarle una mejor versión que las más de las veces es pirata. Ni hablar de cuando es una computadora ensamblada.

Más allá de la autenticidad del sistema operativo, la mayoría de nosotros requerimos de una suite de oficina, programas de edición de gráficos, de edición de audio y video, etc., y empezamos a llenar nuestra computadora de versiones piratas de programas de paga. Suele funcionar, pero no deja de ser molesto el tener que usar cracks que nos permitan usar este software ilegal, y no deja de presentar ciertos riesgos e inconvenientes el hacerlo.

Por otro lado, las empresas que crean los programas protegen su propiedad intelectual, haciendo que el software sea de código cerrado (para ser más precisos, nos estamos refiriendo al llamado "software propietario"), es decir, que a un usuario no le es posible acceder al código mediante el que fue programada la aplicación... Pero, ¿Por qué querría alguien hacer eso?

 Un usuario promedio quizá no tenga necesidad de asomarse al código del programa, pero un usuario experto sí que puede tener interés en hacerlo. Al margen de esto, el que el código sea cerrado es un gran inconveniente: es similar -por hacer una analogía- a que el motor de un auto viniera armado de tal modo que fuera imposible desarmarlo... ¿Cómo podría un mecánico detectar las fallas y reparar el aparato?. Aún peor: como nadie puede revisar el código del programa, nadie asegura al usuario que partes del código tengan funciones no muy convenientes -de violación de privacidad por ejemplo-.

Una alternativa que permite deshacerse de muchos de los problemas que plantea el código cerrado, es el software de código abierto: software que se entrega al público con la opción no solo de revisar, sino también de modificar su código fuente. Esto agrega confiabilidad al programa, pues si algún curioso encuentra algo indebido en el código, seguramente alertará a la comunidad.

Los programas de código abierto suelen ser gratuitos, y se actualizan con frecuencia. También suelen ser buenas alternativas frente a los programas propietarios y en ocasiones, incluso tienen sus propios protocolos y formatos de archivo (por ejemplo, mp3 es un algoritmo propietario de compresión de audio con pérdidas, mientras que vorbis ogg es un algoritmo libre, basado en principios similares a mp3 -la transformada de Coseno-).

Es decir, el código cerrado parece adaptarse a las necesidades del usuario, pero el usuario termina adaptándose a las condiciones del software, pues finalmente no hay mucha libertad de elección, mientras que en el software libre ocurre lo contrario: el usuario es libre de probar aplicaciones hasta que encuentra la que mejor se adapta a sus necesidades, sin mencionar que la comunidad de usuarios y desarrolladores que respalda a cada programa suele ser muy solidaria, por lo que existen infinidad de tutoriales y foros de ayuda para cada programa, y las frecuentes actualizaciones de estos usualmente solucionan infinidad de cuestiones planteadas por los usuarios.

Actualmente, se viven tiempos oscuros: las personas nunca antes habíamos estado tan controlados y vigilados por los gobiernos, las grandes corporaciones y todo tipo de instituciones. Sacrificamos gustosos nuestra privacidad mediante el uso de una infinidad de gadgets de alta tecnología. El mundo como es ahora es ya muy similar a las distopías orwellianas, de Bradbury, de Philip K. Dick, de Burgess, de Masamune Shirow, de Gibson, y de tantos y tantos autores que desde décadas atrás nos advertían del peligro que entraña la tecnología. Un mundo que busca la cosificación y la normalización de nosotros, los individuos... un mundo feliz, diría Huxley.

Pero los humanos somos por naturaleza diversos, y no nos gusta (o no debería gustarnos) que se nos trate como productos o como meros consumidores pasivos, y sin ser radical, afirmo que es necesario oponer resistencia y mostrar una pizca de rebeldía. No debemos entrar gustosos en las fauces del control que ejercen las grandes corporaciones. Y es esto gran parte de la esencia del software libre: un poco de libertad, y un poco de rebeldía.

Finalmente, dejo una lista de programas que recomiendo por si a alguien le interesa adentrarse en el mundo del software libre.

  • LibreOffice (una poderosa suite de oficina que sustituye sin problemas a Office. Incluso puede leer archivos nativos de office pero en ocasiones les cambia el formato)
  • Inkscape (Un programa de edición de gráficos vectoriales que sustituye bastante bien a corel draw, y puede llegar incluso a sustituir a illustrator)
  • Gimp (Un potente editor de gráficos que sustituye tranquilamente a corel photopaint y a photoshop)
  • Python (Un lenguaje de programación que es ampliamente utilizado por científicos y programadores de muchos ámbitos. Es un software muy potente y versátil)
  • Audacity (Es un versátil editor de audio que maneja los formatos más populares)
  • Linux Mint (Finalmente, un pez gordo: Linux Mint es un sistema operativo bastante amigable para usuarios principiantes que puede sustituir casi en su totalidad las prestaciones que ofrece Windows. Y ni hablar de las prestaciones que ofrece Linux y que no ofrece Windows)
Imagen: Un Screenshot del (tristemente malogrado) juego independiente de temática CyberPunk llamado "The Last Night"

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